X FECHAS


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

x orden alfabetico


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

Interesante

DESTACADO

NOTA DE VREDONDOF :

ESTE ARTICULO A MI ME PARECIO MUY INTERESANTE , PERO ME HA COSTADO MUCHO "LLEGAR A LOS CONCEPTOS" , NO SE SI POR QUE A MIS 63 AÑOS YA PATINA UN POCO MI CABEZA , O BIEN PORQUE EL AUTOR TIENE UN NIVEL ... O QUE ESCRIBE PARA UN NIVEL DE PERSONAS CON UN INTELECTO MUY ELEVADO.

En cualquier caso merece la pena leerlo (con MUCHA ATENCION para enterarse ....)
La conclusion que saque en la 3ª leida que le di , fue que se puede DECIR LO MISMO con el 10 de palabras y utilizando un "estilo mas pegado a la tierra".

LOS ESPAÑOLES NO SON IDEALISTAS. EN LA MEDIOCRIDAD SE ENCUENTRAN A GUSTO

El perfeccionamiento humano se efectúa con ritmo diverso en las sociedades y en los individuos. Los más poseen una experiencia sumisa al pasado: rutinas, prejuicios, domesticidades. Pocos elegidos varían, avanzando sobre el porvenir; al revés de Anteo, que tocando el suelo cobraba alientos nuevos, los toman clavando sus pupilas en las constelaciones lejanas y de apariencia inaccesible. Esos hombres, predispuestos a emanciparse de su rebaño, buscando alguna perfección más allá de lo actual, son los "idealistas". La unidad del género no depende del contenido intrínseco de sus ideales sino de su temperamento: se es idealista persiguiendo las quimeras más contradictorias, siempre que ellas impliquen un sincero afán de enaltecimiento. Cualquiera. Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinados contra los dogmáticos. Son alguien o algo contra los que no son nadie ni nada. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor. Sin ideales sería inconcebible el progreso. El culto del "hombre práctico", limitado a las contingencias del presente, importa un renunciar a toda imperfección. El hábito organiza la rutina y nada crea hacia el porvenir; sólo de los imaginativos espera la ciencia sus hipótesis, el arte su vuelo, la moral sus ejemplos, la historia sus páginas luminosas.
Son la parte viva y dinámica de la humanidad; los prácticos no han hecho más que aprovecharse de su esfuerzo, vegetando en la sombra. Todo porvenir ha sido una creación de los hombres capaces de presentirlo, concretándolo en infinita sucesión de ideales. Más ha hecho la imaginación construyendo sin tregua, que el cálculo destruyendo sin descanso. La excesiva prudencia de los mediocres ha paralizado siempre las iniciativas más fecundas. Y no quiere esto decir que la imaginación excluya la experiencia: ésta es útil, pero sin aquélla es estéril. Los idealistas aspiran a conjugar en su mente la inspiración y la sabiduría; por eso, con frecuencia, viven trabados por su espíritu crítico cuando los caldea una emoción lírica y ésta les nubla la vista cuando observan la realidad. Del equilibrio entre la inspiración y la sabiduría nace el genio. En las grandes horas de una raza o de un hombre, la inspiración es indispensable para crear; esa chispa se enciende en la imaginación y la experiencia la convierte en hoguera. Todo idealismo es, por eso, un afán de cultura intensa: cuenta entre sus enemigos más audaces a la ignorancia, madrastra de obstinadas rutinas.
La humanidad no llega hasta donde quieren los idealistas en cada perfección particular; pero siempre llega más allá de donde habría ido sin su esfuerzo. Un objetivo que huye ante ellos se convierte en estímulo para perseguir nuevas quimeras. Lo poco que pueden todos, depende de lo mucho que algunos anhelan. La humanidad no poseería sus bienes presentes si algunos idealistas no los hubieran conquistado viviendo con la obsesiva aspiración de otros mejores.
En la evolución humana, los ideales se mantienen en equilibrio inestable. Todo mejoramiento real es precedido por conatos y tanteos de pensadores audaces, puestos en tensión hacia él, rebeldes al pasado, aunque sin la intensidad necesaria para violentarlo; esa lucha es un reflujo perpetuo entre lo más concebido y lo menos realizado. Por eso los idealistas son forzosamente inquietos, como todo lo que vive, como la vida misma; contra la tendencia apacible de los rutinarios, cuya estabilidad parece inercia de muerte. Esa inquietud se exacerba en los grandes hombres, en los genios mismos si el medio es hostil a sus quimeras, como es frecuente sobre todo en España. No agita a los hombres sin ideales, informe argamasa de humanidad.
Toda juventud es inquieta. El impulso hacia lo mejor sólo puede esperarse de ella: jamás de los enmohecidos y de los seniles. Y sólo es juventud la sana e iluminada, la que mira al frente y no a la espalda; nunca los decrépitos de pocos años, prematuramente domesticados por las supersticiones del pasado: lo que en ellos parece primavera es tibieza otoñal, ilusión de aurora que es ya un apagamiento de crepúsculo.
Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso en los caracteres excelentes puede persistir sobre el apeñuscarse de los años. Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por algún ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere.
Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen. Resisten la tiranía del engranaje político nivelador, aborrecen toda coacción del sistema, sienten el peso de los honores con que se intenta domesticarlos y hacerlos cómplices de los intereses creados, dóciles maleables, solidarios, uniformes en la común mediocridad.
Las fuerzas conservadoras que componen el subsuelo social pretenden amalgamar a los individuos, decapitándolos; detestan las diferencias, aborrecen las excepciones, anatematizan al que se aparta en busca de su propia personalidad. El original, el imaginativo, el creador no teme sus odios: los desafía, aun sabiéndolos terribles porque son irresponsables y asesinos como ultima solución. Por eso todo idealista es una viviente afirmación del individualismo, aunque persiga una quimera social; puede vivir para los demás, nunca de los demás. Su independencia es una reacción hostil a todos los dogmáticos. Concibiéndose incesantemente perfectibles, los temperamentos idealistas quieren decir en todos los momentos de su vida, como Don Quijote: "yo sé quién soy". Viven animados de ese afán afirmativo. En sus ideales cifran su ventura suprema y su perpetua desdicha. En ellos caldean la pasión, que anima su fe; esta, al estrellarse contra la realidad social, puede parecer desprecio, aislamiento, misantropía: la clásica "torre de marfil" reprochada a cuantos se erizan al contacto de los obtusos. Diríase que de ellos dejó escrita una eterna imagen Teresa de Ávila: "Gusanos de seda somos, gusanillos que hilamos la seda de nuestras vidas y en el capullito de la seda nos encerramos para que el gusano muera y del capullo salga volando la mariposa". Todo idealismo es exagerado, necesita serlo. Y debe ser cálido su idioma, como si desbordara la personalidad sobre lo impersonal; el pensamiento sin calor es muerte, frío, carece de estilo, no tiene firma.
Jamás fueron tibios los genios y los héroes. Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio; como para dar una lección de dignidad hay que desgoznar algún servilismo. Todo ideal es, instintivamente, extremo; debe serlo a sabiendas, si es menester, pues pronto se rebaja al refractarse en la mediocridad de los más. Frente a los hipócritas que usurpan poderes civiles y mienten con viles objetivos, la exageración de los idealistas es, apenas, una verdad apasionada. La pasión es su atributo necesario, aun cuando parezca desviar de la verdad; lleva a la hipérbole, al error mismo; a la mentira nunca. Ningún ideal es falso para quien lo profesa: lo cree verdadero y coopera a su advenimiento, con fe, con desinterés. El sabio busca la Verdad por buscarla y goza arrancando a la naturaleza secretos para él inútiles o peligrosos. Y el artista busca también la suya, porque la Belleza es una verdad animada por la imaginación, más que por la experiencia. Y el moralista la persigue en el Bien, que es una recta lealtad de la conducta para consigo mismo y para con los demás. Tener un ideal es servir a su propia Verdad Siempre. Algunos ideales se revelan como pasión combativa y otros como pertinaz obsesión; de igual manera distínguense dos tipos de idealistas, según predomine en ellos el corazón o el cerebro. El idealismo sentimental es romántico: la imaginación no es inhibida por la crítica y los ideales viven de sentimiento. En el idealismo experimental los ritmos afectivos son encarrilados por la experiencia y la crítica coordina la imaginación: los ideales tórnanse reflexivos y serenos. Corresponde el uno a la juventud y el otro a la madurez. El primero es adolescente, crece, puja y lucha; el segundo es adulto, se fija, resiste, vence.
El idealista perfecto sería romántico a los veinte años y estoico a los cincuenta; es tan anormal el estoicismo en la juventud como el romanticismo en la edad madura. Lo que al principio enciende su pasión, debe cristalizarse después en suprema dignidad: ésa es la lógica de su temperamento. Sin embargo lo que si hay es mucha mediocridad. La mediocridad puede definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad. Ésta ofrece a todos un mismo fardo de rutinas, prejuicios y domesticidades; basta reunir cien hombres para que ellos coincidan en lo impersonal: "Juntad mil genios en un Concilio y tendréis el alma de un mediocre". Esas palabras denuncian lo que en cada hombre no pertenece a él mismo y que, al sumarse muchos, se revela por el bajo nivel de las opiniones colectivas.El régimén actual, la monarquía cainista, ha conseguido una vez más, a través de sus ladrones politicos, que los españoles sean mediocres y que todo destello de genialidad sea enterrado en el desprecio. El régimen es miedoso,cobarde y hurtador, teme por su continuidad, pues sabe que se ha llevado mucho y no ha ofrecido nada. Qué se puede esperar de un monarca que dice:"El recuerdo de Franco constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad ...". Seguid votando, idealistas.
J.I.
"El sentido común es la cosa mejor repartida del mundo
porque todo el mundo cree poseerlo en cantidad suficiente." René Descartes.

LIBERTAD

-La filosofia de la libertad esta basada en la propiedad de uno mismo, esta simple pero elegante y contundente animacion la explicara exactamente. Esta es una gran herramienta que cualquiera puede usar para educar niños y adultos acerca del derecho a la vida, libertad y la capacidad de crear - y nuestra responsabilidad para pensar, hablar y actuar. La version en DVD de este video puede ser descargada gratis en: www.philosophyofliberty.blogspot.com CRÉDITOS AUTOR: Ken Schoolland schoolak001@hawaii.rr.com PRODUCTOR: Kerry Pearson (aka Lux Lucre) MÚSICA: Music2Hues www.music2hues.com WEBSITE: www.jonathangullible.com AYUDA: The Jonathan Gullible fund www.isil.org/tools/jonathan-gullible.html COPYRIGHT: www.creativecommons.org/licenses/by-nd-nc/1.0/ *

PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

enlaces

*

*


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

+ vistas

varios


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña


PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

varios


Contador Gratis
relojes para blogger html clock for websites contador de usuarios online
PULSAR   1  de arriba para cerrar pestaña

s2t2 -Objetivismo (Ayn Rand)

Objetivismo (Ayn Rand)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El objetivismo es el sistema filosófico desarrollado por Ayn Rand (San Petersburgo, 1905Nueva York 1982). Presenta posiciones propias en metafísica, epistemología, ética, política y estética.
Brevemente, el Objetivismo sostiene que existe una realidad independiente de la mente del hombre, que los individuos están en contacto con esta realidad a través de la percepción de los sentidos, que adquieren conocimiento procesando los datos perceptivos utilizando la razón (o la "identificación no-contradictoria"), que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o “interés propio racional”, y que el único sistema social de acuerdo con esta moralidad es el del capitalismo puro (llamado también capitalismo de laissez-faire).
Rand presenta su filosofía como una filosofía “para vivir en la tierra”, enraizada en la realidad y orientada hacia alcanzar conocimiento sobre el mundo natural e interacciones entre los seres humanos armoniosas y mutuamente beneficiosas.
Relativamente desconocido en el resto del mundo, en Estados Unidos el objetivismo es una influencia filosófica importante, aunque controvertida.
En el Gráfico de Pournelle, el objetivismo es situado en en el cuadrante superior izquierdo (alto grado de libertad y racionalidad), junto al liberalismo libertario.

Tabla de contenidos

[ocultar]


La esencia del Objetivismo [editar]

Ayn Rand definió el Objetivismo como una Filosofía “para vivir en la Tierra”.
“Mi Filosofía es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto”
Ayn Randcolor
Poco antes de la publicación de "La Rebelión de Atlas", se le preguntó a Ayn Rand si podía presentar la esencia del objetivismo de forma breve. Su respuesta fue:

Metafísica: realidad Objetiva. [editar]

"La Naturaleza, para ser dominada, debe ser obedecida".
"El mero desear algo no lo convertirá en realidad".
"La Realidad existe como un absoluto objetivo—los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos, esperanzas o miedos de los hombres".
Ayn Randcolor
"La Realidad es el resultado del origen y ésta el testigo de la realidad absoluta".
Miguel Cifts color
Los principios fundamentales de la metafísica objetivista son:
1. Primacía de la existencia. Establece que la realidad existe independientemente de la consciencia humana.
2. Ley de identidad (El "A es igual a A" aristotélico), que establece que todo lo que existe tiene una naturaleza fija y finita.
3. El axioma de la existencia de la Consciencia, que establece que uno es consciente.
4. Ley de Causalidad, como corolario de la Ley de identidad, que establece que las cosas se comportan de acuerdo con su naturaleza.
De acuerdo con el objetivismo, estas proposiciones son axiomáticas, esto es, son evidentes por sí mismas, y cualquier argumento en su contra tendría que suponer su verdad.

Epistemología: Razón. [editar]

"No puedes comerte tu pastel y conservarlo".
"La Razón (la facultad que identifica e integra las percepciones provistas por los sentidos de los hombres) es el único medio de percepción de la realidad del hombre, su única fuente de conocimiento, su única guía para la acción, y su medio básico de supervivencia".
Ayn Randcolor
Los seres humanos individuales se hacen conscientes de la realidad a través de sus sentidos. No hay, pues, “racionalidad colectiva”. La Razón es el único modo de conseguir conocimiento (“Las emociones no son instrumentos cognitivos”).



Ética: Egoísmo racional. [editar]

"El hombre, -cada hombre-, es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí mismo. La búsqueda de su propio interés, propio racional y su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida".
Ayn Randcolor
Ayn Rand propugnaba el egoísmo racional, esto es, un egoísmo basado en valores objetivos y que, por tanto, nunca tuviese siquiera la pretensión de violentar en modo alguno los derechos de los demás. Se ha acusado a veces a Ayn Rand de plagiar el concepto de voluntad de poder de Nietzsche, lo cual es erróneo, ya que la voluntad de poder es un egoísmo irracional, pues supone la imposición de la propia voluntad a los demás.
Ayn Rand condenaba inequívocamente el egoísmo irracional de entregarse a los propios caprichos irracionales. Llamaba a esta actitud "whim-worshipping" (adoración del capricho), y a sus practicantes les daba el gráfico nombre de "egoístas sin ego".

Política: capitalismo. [editar]

"Dadme libertad o dadme muerte".
Patrick Henrycolor
"El sistema político económico ideal es el capitalismo laissez-faire. Es un sistema en el cual los hombres tratan unos con otros no como amos y esclavos, sino como comerciantes, mediante intercambio libre y voluntario, en beneficio mutuo. Es un sistema en el cual ningún hombre puede obtener ningún valor de otro mediante el uso de la fuerza física, y ningún hombre debe iniciar el uso de la fuerza física contra otros. El gobierno actúa exclusivamente como policía, protegiendo los derechos de los hombres sólo en represalia y sólo contra aquellos que inician el uso de la fuerza física, tales como criminales o invasores extranjeros. En un sistema de capitalismo puro, debe haber (pero históricamente esta situación aún no se ha dado nunca) una separación total entre el estado y la economía, en la misma manera y por las mismas razones que en el caso de la separación entre la iglesia y el estado".
Ayn Randcolor
Según Ayn Rand, el capitalismo puro es el sistema económico más productivo que existe y el que generó mayor bienestar. Pero, decía, este no debe ser el motivo principal para defenderlo. Según Ayn Rand el capitalismo debe ser defendido prioritariamente en términos morales, no prácticos.
Según ella, el único sistema social moral es el del puro capitalismo “laissez-faire”, con un gobierno estrictamente limitado a gestionar las instituciones destinadas a impedir o castigar el inicio de violencia por parte de unos seres humanos sobre otros, esto es: Sistema Judicial, Policía y Ejército.

Estética [editar]

"El arte da al hombre la experiencia de vivir en un mundo donde las cosas son como deberían ser. Esta experiencia es de crucial importancia para él: es su salvavidas psicológico. Dado que la ambición del hombre no tiene límite, dado que su búsqueda y logro de valores es un proceso que dura toda la vida —y cuanto más elevados los valores, más dura es la lucha—, el hombre necesita un momento, una hora, cierto período de tiempo en el cual pueda experimentar el sentido de su tarea terminada, el sentido de vivir en un Universo donde sus valores hayan sido exitosamente realizados. Es como un descanso, un momento de repostar combustible mental hacia nuevos logros. El Arte le da este combustible, un momento de alegría metafísica, un momento de amor por la existencia. Como un faro, alzado sobre los oscuros cruces de caminos del mundo, diciendo "Esto es posible".
Ayn Randcolor
El objetivismo sostiene que el arte es al espíritu del hombre lo que la tecnología es a su vida material, y, por consiguiente, el arte debe mostrar al hombre "como podría y debería ser".
Las teorías estéticas objetivistas se plasman en una escuela artística llamada "Realismo romántico", que tiende a plasmar seres humanos en situaciones de alegría y triunfo [1].
El objetivismo considera que la práctica totalidad del Arte moderno no es tal arte, y que su origen está en la corrupción filosófica pretendidamente introducida por Kant en la filosofía occidental.

Conceptos objetivistas contracorriente [editar]

Algunos conceptos objetivistas resultan chocantes, y requieren algo de explicación.
El egoísmo es una virtud. Para el objetivismo el egoísmo racional es una virtud, y cualquier forma de altruismo es inmoral, ya que no hay ningún motivo racional para poner las necesidades de los demás por delante de las necesidades racionales propias.
A los egoístas irracionales (por ejemplo a los Nietzscheanos) Ayn Rand los llamaba "egoístas sin ego", ya que los caprichos emocionales no son el ego. El ego es la Razón.
El orgullo es una virtud, Para el objetivismo el orgullo racional es la corona de todas las demás virtudes. Si uno se esfuerza en llevar una vida racional y productiva, uno se gana el derecho a estar orgulloso de los valores morales y materiales que uno obtenga.
  • No obstante, el objetivismo condena inequívocamente los orgullos irracionales: El orgullo de ser de determinado país, de pertenecer a una u otra raza o tribu, de tener grandes riquezas heredadas, de pertenecer a una familia con títulos nobiliarios... En ninguna de estos casos el individuo ha hecho nada para ganarse el derecho a estar orgulloso.
La humildad es un vicio. Conversamente, la humildad es un vicio, ya que el humilde se considera a sí mismo como poco valor y no mejor que los demás. Para el objetivismo, el estar en este estado y considerarlo como bueno mata cualquier tipo de ambición moral en el individuo.

    • Si un individuo está en este estado, tras una evaluación sincera de uno mismo, lo que uno debe hacer es luchar por mejorarse a sí mismo para así poder ganarse el derecho a estar orgulloso.


    • Si un individuo es humilde a pesar de tener virtudes, es decir, si el individuo elige no apreciar las propias virtudes por temor a ser calificado de orgulloso, el objetivismo sostiene que ese individuo está en guerra consigo mismo y con la realidad.

El extremismo es bueno. Para el objetivismo, los cultos al "término medio", al compromiso y al consenso son síntomáticos de inseguridad en los propios valores y en las propias decisiones, consecuencia inevitable de la filosofía de Platón y Kant y de sus derivados, que sostienen que el conocimiento seguro sobre el mundo es inalcanzable.
El objetivismo sostiene que si partiendo de premisas correctas y siguiendo una epistemología correcta uno identifica algo como bueno, lo moral es llevarlo hasta sus últimas consecuencias.
El sacrificio personal siempre es inmoral. Uno no debe sacrificarse, nunca, bajo ninguna circunstancia. Actos encomiables a los que incorrectamente se denomina "sacrificios" no son tales. Por ejemplo, un hombre arriesga su vida por salvar a su mujer o a sus hijos, y la pierde. Este hombre no se está "sacrificando", ya que su vida sin esas personas carecería de valor, por lo que está haciendo simplemente una transacción racional. Si ese hombre arriesgase su vida por salvar a desconocidos, estaría cometiendo un acto gravemente inmoral. Igualmente, los obreros de una fábrica no se "sacrifican" nunca trabajando para su empresario, ya que el sueldo que cobran recompensa su trabajo. Si el sueldo les parece insuficiente, son libres de marcharse y buscar un trabajo mejor pagado.
No existen los "derechos positivos". El objetivismo sostiene que los derechos positivos (derecho al trabajo, a la vivienda, a la atención sanitaria...) son lógicamente contradictorios en su sola enunciación, una contradictio in terminis, ya que generarían obligaciones que destruirían los derechos negativos (los únicos que hay) de terceros.
Por ejemplo, si un individuo tiene derecho al trabajo o a la atención sanitaria, otros individuos tendrán la obligación de contratar a ese individuo y sufragar los gastos que su atención sanitaria genere, lo cual supondría la destrucción de los derechos de propiedad y libertad de terceros. Los objetivistas afirman: "Los mal llamados derechos positivos supondrían un derecho a esclavizar a los demás, y no existe el derecho a esclavizar".
De acuerdo con este argumento, sólo existirían derechos negativos, esto es, derecho a no sufrir interferencias en la propia vida, mientras uno no interfiera en los derechos de los demás. Estos son los derechos recogidos en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica: Vida, Propiedad y Búsqueda de la felicidad.
  • Vida, derecho a no sufrir daño corporal por parte de otras personas.
  • Propiedad, extensión del derecho a la vida, ya que sin propiedad es imposible vivir. Además, la propiedad legítimamente adquirida es una extensión de la propia vida, ya que uno ha de dedicar su vida a adquirirla. Expropiando o robando a alguien se está, literalmente, robándole parte de su vida.
  • Búsqueda de la felicidad. El objetivismo defiende que cada individuo ha de ser libre para hacer con su tiempo lo que desee, aunque sea perjudicial para su cuerpo o su espíritu, siempre que no viole los derechos de los demás. Coherentemente, el objetivismo defiende el derecho a, entre adultos, comerciar y consumir libremente Drogas o Pornografía, ya que "la libertad incluye también la libertad a hacer cosas erróneas".

Razón del nombre "Objetivismo" [editar]

El Objetivismo deriva su nombre del concepto del conocimiento y de los valores como “objetivos”, en vez de “intrínsecos” o “subjetivos”. De acuerdo con Ayn Rand, ni los conceptos ni los valores son “intrínsecos” a la realidad externa, pero tampoco son meramente “subjetivos” (con “subjetivo” Ayn Rand quería decir “arbitrarios” o “creados por los sentimientos, deseos, “intuiciones” o caprichos”). Antes bien, los valores y conceptos debidamente formados son objetivos en el sentido de que están “determinados por la naturaleza de la realidad, pero han de ser descubiertos por la mente del hombre”. Uno no puede cambiar la realidad simplemente deseando que sea diferente. El hombre debe interactuar con la realidad comprendiéndola, asumiendo las limitaciones propias e interactuando con ella de acuerdo con la propia capacidad para realizar cambios materiales consistentes con los deseos racionales propios. De acuerdo con el objetivismo, un subjetivista considerará a los valores como arbitrarios, y un “intrinsicista” los consideraría como algo no relacionado con los seres humanos.
“Objetivismo” fue en realidad una segunda elección como nombre para su Filosofía. Rand afirmó que Existencialismo era en realidad un nombre más apropiado, ya que el axioma más básico de la filosofía es la afirmación “La existencia existe”. No obstante, Jean Paul Sartre “corrompió”, en sus propias palabras, el significado del término “Existencialismo”.

Relaciones del Objetivismo con otras filosofías [editar]

Rand consideraba sus esfuerzos filosóficos como el inicio de la corrección de los problemas del mundo, problemas que, ella sostenía, eran consecuencia de la aceptación de filosofías erróneas: La filosofía mística religiosa en general y del Kantianismo en particular.

Filósofos a los que Ayn Rand consideraba especialmente perniciosos: [editar]

Platón
"Hay un único asunto fundamental en filosofía: La eficacia cognitiva de la mente humana. El conflicto de Aristóteles contra Platón es el conflicto de la Razón frente al misticismo. Fue Platón quien formuló la mayoría de las preguntas -y de las dudas- básicas de la filosofía. Fue Aristóteles quien preparó las bases para la mayoría de las respuestas".
San Agustín
David Hume
Kant
Hegel
"Muchos profesores de filosofía de hoy en día no tienen ni idea de lo que Kant dijo realmente. Y ninguno ha leído nunca a Hegel (incluso aunque muchos hayan mirado a todas y cada una de las palabras escritas en todas y cada una de sus páginas)"
The Ayn Rand Letter Vol. II, No. 11 February 26, 1973color
Marx
Nietzsche
Herbert Spencer
John Rawls.
"Ciertas maldades están protegidas por su propia enormidad: Hay gente que, leyendo esa cita de Rawls, no podría creer que realmente quiere decir lo que dice. Pero lo hace. No es contra las instituciones sociales contra las que Rawls (y Mr. Cohen) se rebela, sino contra la existencia del talento humano. No contra los privilegios políticos, sino contra la realidad. No contra los favores gubernamentales, sino contra la naturaleza (contra aquellos que "han sido favorecidos por la naturaleza", como si un término como "favor" pudiese ser aplicado aquí). No contra la injusticia social, sino contra el hecho de que algunos hombres nacen con mejores cerebros y hacen mejor uso de ellos que otros. La nueva "teoría de la justicia" exige que los hombres contrarresten la "injusticia" de la naturaleza mediante la institucionalización de la más obscenamente impensable injusticia: Deprivar a aquellos "favorecidos por la naturaleza" (esto es, las personas con talento, inteligentes, creativas) del derecho al fruto de su trabajo (esto es, el derecho a la vida)- y conceder a los incompetentes, los estúpidos, los vagos el derecho al disfrute de bienes que no podrían producir, no podrían imaginar y ni siquiera sabrían qué hacer con ellos".
Tomado de "The Ayn Rand Letter Vol. II, No. 10 February 12, 1973"color

Filósofos a los que Ayn Rand consideraba positivamente [editar]

Rand se consideraba a sí misma como una correctora y continuadora de la obra filosófica de Aristóteles, al que consideraba el más grande filósofo de la historia.
“La única deuda filosófica que puedo reconocer es hacia Aristóteles. Estoy en completo desacuerdo con gran parte de su filosofía- pero su definición de las leyes de la lógica y de los medios del conocimiento humano son un logro tan enorme que sus errores son, por comparación, irrelevantes. "
Ayn Rand, tomado de la introducción de "Atlas Shrugged"color
Ayn Rand también encomió a Santo Tomás de Aquino por introducir la filosofía aristotélica, especialmente la epistemología aristotélica, en el mundo católico.

Cómo se hizo pública la obra de Ayn Rand [editar]

Rand publicó la mayor parte de sus ensayos (su obra de no ficción) en su propio newsletter The Objectivist, y, con anterioridad, en la revista que ella misma editaba, en la cual sólo se publicaban trabajos de acuerdo con las teorías objetivistas. Nunca publicó en revistas académicas convencionales. Gran parte del corpus de no-ficción de Ayn Rand quedó registrado únicamente en la amplia colección de archivos de audio de sus conferencias.
La producción de obras de no ficción de Ayn Rand aumentó enormemente tras publicar esta su Opus Magnum de ficción, La rebelión de Atlas (1957). La creación de esta novela demandó de Rand la mayor parte de sus energías desde 1943 hasta 1957.

Escisiones dentro del Objetivismo [editar]

El Objetivismo ha conocido dos escisiones o "cismas" mayores:

1968: Escisión Ayn Rand- Nathaniel Branden. [editar]

En 1968 Ayn Rand expulsó a Nathaniel Branden del movimiento objetivista. Hasta ese momento, Rand afirmaba públicamente que Branden era la persona que mejor entendía el Objetivismo y lo consideraba como su "heredero intelectual".
Los motivos de la expulsión son discutidos. Los que se quedaron con Ayn Rand aducen que la expulsión se debió a una gestión económica deshonesta y a tendencias irracionalistas por parte de Nathaniel Branden. Nathaniel Branden tacha de difamación estas acusaciones y achaca su expulsión a motivos puramente personales, ya que Ayn Rand supo entonces que Branden mantenía relaciones con una tercera mujer (Branden estaba casado y había sido amante de Ayn Rand).
Inmediatamente después de la expulsión, Ayn Rand desmanteló toda la pujante organización hasta entonces existente para propagar el Objetivismo: El Nathaniel Branden Institute.
Actualmente Branden sostiene que el Objetivismo, a pesar de tener muchos valores positivos, carece de una compresión profunda de la psicología humana, y advierte al estudiante objetivista neófito a que, aún persistiendo en su estudio, tenga esto presente (Ver un desarrollo más detallado en el artículo Nathaniel Branden o en su sitio personal [2]).
Finalmente, Branden ahora colabora con el objetivista "disidente" David Kelley, cuya historia se relata a continuación.

1985: Escisión Leonard Peikoff- David Kelley. [editar]

Leonard Peikoff, el "heredero intelectual" de Ayn Rand en el momento de su muerte y detentador actual de todos los derechos sobre sus obras, afirma que el objetivismo es un "sistema cerrado", que consiste en lo que Ayn Rand escribió o dijo, y demás elaboraciones posteriores basadas en los fundamentales originales. Peikoff considera cualquier desacuerdo en asuntos esenciales con lo que Rand afirmó como una traición al objetivismo, y está opuesto a la colaboración con no objetivistas (Ver un desarrollo más detallado en el artículo Leonard Peikoff o en la página de su institución, el Ayn Rand Institute[3]).
En 1985, Leonard Peikoff expulsó a David Kelley del Ayn Rand Institute.
David Kelley escribió un ensayo titulado "Una cuestión de sanción", en el que argumentaba a favor de la colaboración con no objetivistas. Peikoff argumenta que todos aquellos que no son objetivistas están evadiendo la realidad, y que, por lo tanto, colaborar con ellos supone una sanción ("sanción" en el sentido de "aprobación") de esa evasión.
En cambio Kelley aboga también por una concepción del objetivismo como un "sistema abierto", que puede incorporar nuevos conceptos más allá de lo que Ayn Rand escribió o dijo, y corregir sus supuestos errores.
Peikoff expuso sus argumentos contra las tesis de Kelley en su artículo "Fact and Value". Pensadores objetivistas como Peter Schwartz y Harry Bisnwanger apoyaron a Peikoff.
Kelley fundó en 1989 el "Institute for Objectivist Studies" (Actualmente llamado "The Objectivist Center"[4]) para difundir su interpretación del Objetivismo. Kelley colabora con el movimiento libertariano estadounidense, y con otros grupos con los que Peikoff se niega a colaborar. Peikoff y otros miembros del Ayn Rand Institute niegan que Kelley sea un Objetivista. Citan, por ejemplo, la oposición de Ayn Rand al libertarianismo en los años 1960s. como un motivo para condenar a Kelley, quien se defiende aduciendo que Peikoff y sus asociados toman la oposición de Rand al libertarianismo fuera de contexto (vea un desarrollo más extenso en el artículo "Libertariano")

Referencias [editar]


Enlaces externos [editar]

En español:
Liberalismo.org: Colección de artículos de Ayn Rand o sobre Ayn Rand [5]
Sección en castellano de "The Objectivist Center" [6]
Editorial "Grito sagrado", Argentina. Reeditan en castellano "La Rebelión de Atlas" y "El Manantial" [7]
En inglés:
Ayn Rand Institute, dirigido por Leonard Peikoff, designado como "heredero intelectual" por Ayn Rand [8]
Texto completo en inglés en el Proyecto Gutenberg de la novela de Ayn Rand "Anthem" (Título de la edición española: "¡Vivir!") que ya está en "public domain".[9]

Véase también [editar]

Wikiquote
Wikiquote