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NOTA DE VREDONDOF :

ESTE ARTICULO A MI ME PARECIO MUY INTERESANTE , PERO ME HA COSTADO MUCHO "LLEGAR A LOS CONCEPTOS" , NO SE SI POR QUE A MIS 63 AÑOS YA PATINA UN POCO MI CABEZA , O BIEN PORQUE EL AUTOR TIENE UN NIVEL ... O QUE ESCRIBE PARA UN NIVEL DE PERSONAS CON UN INTELECTO MUY ELEVADO.

En cualquier caso merece la pena leerlo (con MUCHA ATENCION para enterarse ....)
La conclusion que saque en la 3ª leida que le di , fue que se puede DECIR LO MISMO con el 10 de palabras y utilizando un "estilo mas pegado a la tierra".

LOS ESPAÑOLES NO SON IDEALISTAS. EN LA MEDIOCRIDAD SE ENCUENTRAN A GUSTO

El perfeccionamiento humano se efectúa con ritmo diverso en las sociedades y en los individuos. Los más poseen una experiencia sumisa al pasado: rutinas, prejuicios, domesticidades. Pocos elegidos varían, avanzando sobre el porvenir; al revés de Anteo, que tocando el suelo cobraba alientos nuevos, los toman clavando sus pupilas en las constelaciones lejanas y de apariencia inaccesible. Esos hombres, predispuestos a emanciparse de su rebaño, buscando alguna perfección más allá de lo actual, son los "idealistas". La unidad del género no depende del contenido intrínseco de sus ideales sino de su temperamento: se es idealista persiguiendo las quimeras más contradictorias, siempre que ellas impliquen un sincero afán de enaltecimiento. Cualquiera. Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinados contra los dogmáticos. Son alguien o algo contra los que no son nadie ni nada. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor. Sin ideales sería inconcebible el progreso. El culto del "hombre práctico", limitado a las contingencias del presente, importa un renunciar a toda imperfección. El hábito organiza la rutina y nada crea hacia el porvenir; sólo de los imaginativos espera la ciencia sus hipótesis, el arte su vuelo, la moral sus ejemplos, la historia sus páginas luminosas.
Son la parte viva y dinámica de la humanidad; los prácticos no han hecho más que aprovecharse de su esfuerzo, vegetando en la sombra. Todo porvenir ha sido una creación de los hombres capaces de presentirlo, concretándolo en infinita sucesión de ideales. Más ha hecho la imaginación construyendo sin tregua, que el cálculo destruyendo sin descanso. La excesiva prudencia de los mediocres ha paralizado siempre las iniciativas más fecundas. Y no quiere esto decir que la imaginación excluya la experiencia: ésta es útil, pero sin aquélla es estéril. Los idealistas aspiran a conjugar en su mente la inspiración y la sabiduría; por eso, con frecuencia, viven trabados por su espíritu crítico cuando los caldea una emoción lírica y ésta les nubla la vista cuando observan la realidad. Del equilibrio entre la inspiración y la sabiduría nace el genio. En las grandes horas de una raza o de un hombre, la inspiración es indispensable para crear; esa chispa se enciende en la imaginación y la experiencia la convierte en hoguera. Todo idealismo es, por eso, un afán de cultura intensa: cuenta entre sus enemigos más audaces a la ignorancia, madrastra de obstinadas rutinas.
La humanidad no llega hasta donde quieren los idealistas en cada perfección particular; pero siempre llega más allá de donde habría ido sin su esfuerzo. Un objetivo que huye ante ellos se convierte en estímulo para perseguir nuevas quimeras. Lo poco que pueden todos, depende de lo mucho que algunos anhelan. La humanidad no poseería sus bienes presentes si algunos idealistas no los hubieran conquistado viviendo con la obsesiva aspiración de otros mejores.
En la evolución humana, los ideales se mantienen en equilibrio inestable. Todo mejoramiento real es precedido por conatos y tanteos de pensadores audaces, puestos en tensión hacia él, rebeldes al pasado, aunque sin la intensidad necesaria para violentarlo; esa lucha es un reflujo perpetuo entre lo más concebido y lo menos realizado. Por eso los idealistas son forzosamente inquietos, como todo lo que vive, como la vida misma; contra la tendencia apacible de los rutinarios, cuya estabilidad parece inercia de muerte. Esa inquietud se exacerba en los grandes hombres, en los genios mismos si el medio es hostil a sus quimeras, como es frecuente sobre todo en España. No agita a los hombres sin ideales, informe argamasa de humanidad.
Toda juventud es inquieta. El impulso hacia lo mejor sólo puede esperarse de ella: jamás de los enmohecidos y de los seniles. Y sólo es juventud la sana e iluminada, la que mira al frente y no a la espalda; nunca los decrépitos de pocos años, prematuramente domesticados por las supersticiones del pasado: lo que en ellos parece primavera es tibieza otoñal, ilusión de aurora que es ya un apagamiento de crepúsculo.
Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso en los caracteres excelentes puede persistir sobre el apeñuscarse de los años. Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por algún ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere.
Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen. Resisten la tiranía del engranaje político nivelador, aborrecen toda coacción del sistema, sienten el peso de los honores con que se intenta domesticarlos y hacerlos cómplices de los intereses creados, dóciles maleables, solidarios, uniformes en la común mediocridad.
Las fuerzas conservadoras que componen el subsuelo social pretenden amalgamar a los individuos, decapitándolos; detestan las diferencias, aborrecen las excepciones, anatematizan al que se aparta en busca de su propia personalidad. El original, el imaginativo, el creador no teme sus odios: los desafía, aun sabiéndolos terribles porque son irresponsables y asesinos como ultima solución. Por eso todo idealista es una viviente afirmación del individualismo, aunque persiga una quimera social; puede vivir para los demás, nunca de los demás. Su independencia es una reacción hostil a todos los dogmáticos. Concibiéndose incesantemente perfectibles, los temperamentos idealistas quieren decir en todos los momentos de su vida, como Don Quijote: "yo sé quién soy". Viven animados de ese afán afirmativo. En sus ideales cifran su ventura suprema y su perpetua desdicha. En ellos caldean la pasión, que anima su fe; esta, al estrellarse contra la realidad social, puede parecer desprecio, aislamiento, misantropía: la clásica "torre de marfil" reprochada a cuantos se erizan al contacto de los obtusos. Diríase que de ellos dejó escrita una eterna imagen Teresa de Ávila: "Gusanos de seda somos, gusanillos que hilamos la seda de nuestras vidas y en el capullito de la seda nos encerramos para que el gusano muera y del capullo salga volando la mariposa". Todo idealismo es exagerado, necesita serlo. Y debe ser cálido su idioma, como si desbordara la personalidad sobre lo impersonal; el pensamiento sin calor es muerte, frío, carece de estilo, no tiene firma.
Jamás fueron tibios los genios y los héroes. Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio; como para dar una lección de dignidad hay que desgoznar algún servilismo. Todo ideal es, instintivamente, extremo; debe serlo a sabiendas, si es menester, pues pronto se rebaja al refractarse en la mediocridad de los más. Frente a los hipócritas que usurpan poderes civiles y mienten con viles objetivos, la exageración de los idealistas es, apenas, una verdad apasionada. La pasión es su atributo necesario, aun cuando parezca desviar de la verdad; lleva a la hipérbole, al error mismo; a la mentira nunca. Ningún ideal es falso para quien lo profesa: lo cree verdadero y coopera a su advenimiento, con fe, con desinterés. El sabio busca la Verdad por buscarla y goza arrancando a la naturaleza secretos para él inútiles o peligrosos. Y el artista busca también la suya, porque la Belleza es una verdad animada por la imaginación, más que por la experiencia. Y el moralista la persigue en el Bien, que es una recta lealtad de la conducta para consigo mismo y para con los demás. Tener un ideal es servir a su propia Verdad Siempre. Algunos ideales se revelan como pasión combativa y otros como pertinaz obsesión; de igual manera distínguense dos tipos de idealistas, según predomine en ellos el corazón o el cerebro. El idealismo sentimental es romántico: la imaginación no es inhibida por la crítica y los ideales viven de sentimiento. En el idealismo experimental los ritmos afectivos son encarrilados por la experiencia y la crítica coordina la imaginación: los ideales tórnanse reflexivos y serenos. Corresponde el uno a la juventud y el otro a la madurez. El primero es adolescente, crece, puja y lucha; el segundo es adulto, se fija, resiste, vence.
El idealista perfecto sería romántico a los veinte años y estoico a los cincuenta; es tan anormal el estoicismo en la juventud como el romanticismo en la edad madura. Lo que al principio enciende su pasión, debe cristalizarse después en suprema dignidad: ésa es la lógica de su temperamento. Sin embargo lo que si hay es mucha mediocridad. La mediocridad puede definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad. Ésta ofrece a todos un mismo fardo de rutinas, prejuicios y domesticidades; basta reunir cien hombres para que ellos coincidan en lo impersonal: "Juntad mil genios en un Concilio y tendréis el alma de un mediocre". Esas palabras denuncian lo que en cada hombre no pertenece a él mismo y que, al sumarse muchos, se revela por el bajo nivel de las opiniones colectivas.El régimén actual, la monarquía cainista, ha conseguido una vez más, a través de sus ladrones politicos, que los españoles sean mediocres y que todo destello de genialidad sea enterrado en el desprecio. El régimen es miedoso,cobarde y hurtador, teme por su continuidad, pues sabe que se ha llevado mucho y no ha ofrecido nada. Qué se puede esperar de un monarca que dice:"El recuerdo de Franco constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad ...". Seguid votando, idealistas.
J.I.
"El sentido común es la cosa mejor repartida del mundo
porque todo el mundo cree poseerlo en cantidad suficiente." René Descartes.

LIBERTAD

-La filosofia de la libertad esta basada en la propiedad de uno mismo, esta simple pero elegante y contundente animacion la explicara exactamente. Esta es una gran herramienta que cualquiera puede usar para educar niños y adultos acerca del derecho a la vida, libertad y la capacidad de crear - y nuestra responsabilidad para pensar, hablar y actuar. La version en DVD de este video puede ser descargada gratis en: www.philosophyofliberty.blogspot.com CRÉDITOS AUTOR: Ken Schoolland schoolak001@hawaii.rr.com PRODUCTOR: Kerry Pearson (aka Lux Lucre) MÚSICA: Music2Hues www.music2hues.com WEBSITE: www.jonathangullible.com AYUDA: The Jonathan Gullible fund www.isil.org/tools/jonathan-gullible.html COPYRIGHT: www.creativecommons.org/licenses/by-nd-nc/1.0/ *

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y2a -La inmoralidad de profesar una fe

La inmoralidad de profesar una fe (I)

Mucho se ha comentado en posts anteriores sobre la conveniencia de profesar una fe, incluso de la idea de que todos, esencialmente, tenemos fe en algo: unos en la ciencia, otros en Dios, otros en el hombre, y así.

El problema de esta clase de confrontaciones es que sus protagonistas acostumbran a confundir y mezclar conceptos, consciente o inconscientemente, que acaban por generar en el ambiente una sensación de que “todo vale”, tú respeta mi posición y yo respetaré la tuya, todos somos iguales, epistemológicamente huérfanos, buscadores de respuestas o consuelos.

A veces llego a asumir que quizá los teóricos en memética tengan razón, y que la religión o la fe en cosas no probadas o incompatibles con lo ya conocido están originadas por una suerte de virus mental difícil de erradicar: lo que llaman un memeplejo.

No voy aquí a esclarecer las confusiones típicas en esta clase de polémicas, pues para ello existen estupendos libros que lo hacen mucho mejor que yo. Romper el hechizo de Daniel Dennett es de los últimos que han aparecido en el mercado. Lo que sí voy a intentar hacer es aclarar lo que significa tener fe, y por qué esa fe se puede dividir en “racional” e irracional”. Y más aún: que la “fe irracional” es profundamente inmoral y peligrosa, tanto para el que la profesa como para todos los demás.

A la gente no le gusta admitir que no sabe. Cuando alguien se enfrenta a un fenómeno desconocido o aparentemente sobrenatural, por ejemplo que ha adivinado el día que morirá un ser querido, prefiere generar una hipótesis basada en mitos y leyendas antes que admitir que ignora el mecanismo por el que se ha producido.

Para ilustrar este defecto, hace años, cuando tenía que participar en alguna discusión sobre fenómenos paranormales o la existencia de Dios, siempre recurría al mismo ejemplo: El conocimiento y el saber no se producen por la mera observación subjetiva y personal; es decir, que si ahora mismo se abriera el cielo y Dios o Alejandro Magno apareciera rodeado de rayos de energía increpándome por mi falta de fe o por cualquier otro asunto, yo podría sufrir toda clase de terrores, angustias, inseguridades y demás… pero una vez calmado, trataría huir de todas esas sensaciones y aplicaría la razón: no sé qué ha ocurrido, y es improbable que haya ocurrido lo que ha ocurrido. Quizá ha sido una mala interpretación de los hechos, quizá estaba bajo los efectos de alguna sustancia enteógena diluida en mi bebida, quizá haya sido víctima de una alucinación. En todo caso, NO SE. Porque SABER implicaba admitir que cientos de años de conocimientos acumulados en realidad eran una pérdida de tiempo.

Podría ser que Dios o Alejandro Magno realmente me hubieran visitado, sí, pero necesitaba alguna otra prueba más antes de admitir el fenómeno como cierto... al menos tantas pruebas como las exigidas a todos los conocimientos científicos acumulados a lo largo de siglos.

La mayoría de gente, sin embargo, no precisa de ninguna prueba suplementaria. Es más, la mayoría de gente ni siquiera necesita pasar por un fenómeno como éste. Basta con que alguien les haya contado un fenómeno similar o “sentir” que es así, y entonces desaparecen sus dudas y tienen FE.

Más información | Critika Memetica


La inmoralidad de profesar una fe (y II)

Otro aspecto que habría que añadir a esta clase de fe basada en intuiciones o sensaciones, mitos y leyendas, es que no precisa de sentido crítico alguno, es impermeable al cuestionamiento sistemático. Es decir, muchos de nosotros podemos creer que la teoría del Big Bang puede ser provisionalmente cierta. Pero estamos dispuestos a admitir que es errónea en cuanto nos presenten una teoría alternativa más sólida o alguna prueba de que el Big Bang no pudo producirse sin violar todas y cada una de las leyes de la naturaleza que ya hemos ido acabalando mediante pruebas y errores.

Es relativamente fácil que un científico o un escéptico recule sobre sus ideas, no así un religioso. El científico asume que sus ideas son provisionales y anhela encontrar otras ideas provisionales mejores. El religioso considera que sus ideas son únicas, intocables y dignas de respeto incluso por quienes no profesan su credo.

Por último están los intelectuales de las ciencias sociales, que consideran que todo es relativo, porque nada puede saberse con seguridad. Lo cual es una falacia epistemológica, como bien demuestran textos imprescindibles como Imposturas intelectuales, de Sokal y BricmontEs evidente que nadie puede saber con el 100 % de seguridad si una cosa es cierta o no, pero en ciencia sí que pueden establecerse grados de veracidad a ciertos fenómenos. El grado suficiente como para poder gestionarlos y relacionarlos con la realidad que nos rodea.

La ciencia no persigue (de momento) la Verdad Absoluta. Lo que quiere saber, por ejemplo, es si un avión comercial llegará a Nueva York desde San Francisco con X galones de combustible. Quiere saber por qué lo sabe, cómo lo sabe y, también, por qué en aquella ocasión no el avión no pudo llegar.

Todo este tiempo he estado, pues, estableciendo claras distinciones conceptuales entre la fe racional y la fe irracional. En esa distinción se basa el verdadero escepticismo. Ser escéptico no significa no creer en nada sino ser extremadamente cuidadoso en lo que se cree y estar dispuesto a creerlo en cuanto algo nuevo aprendido nos lo demuestre.

Pero como dice Carl Sagan en El mundo y sus demonios, hay gente que quiere que todo sea posible, que su realidad sea ilimitada. Les parece que nuestra imaginación y nuestras necesidades requieren más que lo relativamente poco que la ciencia enseña que sabemos con seguridad (recordatorio: seguridad coyuntural, no seguridad absoluta). Es irritante que la ciencia pretenda fijar límites en lo que podemos hacer, aunque sea en principio. ¿Quién dice que no podemos viajar más deprisa que la luz? Solían decirlo del sonido, y mira. Esta clase de objeciones son las esgrimidas por la gente que profesa la fe irracional.

Como muchos gurús de la Nueva Era, que llegan al punto de abrazar el solipsismo: toda la realidad la producen sus propios pensamientos, ellos son lo único real. Y es que la ciencia todavía tiene tantas preguntas intrigantes y extrañas que no han sido respondidas, que no es nada difícil por los crédulos el usar su fe irracional para imaginarse hipótesis basadas en sus prejuicios, sus mitos y leyendas. Como los que protagonizaron los cultos Cargo.

Pero ¿tan perjudicial puede ser sostener una fe irracional, creer cosas que no tienen sentido dentro de lo que sabemos actualmente, prescindir del “no lo sé” al “siento que es así y respétalo”, profesar ideas que se basan en cosas que no admiten ni crítica ni cambio? Uno podría pensar que no, que cada palo aguante su vela. Si uno prefiere ser irracional, que lo sea. Si como decía David Hume, existen personas que “convierten en mérito la fe implícita; y disimulan ante ellos mismos su infidelidad más positiva”, pues mira, cada uno tiene sus problemas.

Aunque nos diera risa o miedo que un hombre de 40 años aún siga creyendo en Papá Noel, es su vida. ¿Por qué romper el hechizo?

Dejando a un lado que respetar al prójimo no significa no criticarle lo que creemos que hace mal sino ofrecerle nuestros puntos de vista honestos y sinceros, una persona que sostiene una fe irracional no sólo puede ser altamente perjudicial para sí mismo, sino también para los demás. ¿Podéis imaginar cuántos avances en el conocimiento han sido lastrados por el mito, la leyenda o la fe irracional de grupos de personas altamente organizados a lo largo de la historia? La mayor parte de los hechos terroríficos del pasado han sido espoleados por individuos o instituciones cuyas ideas eran intocables, aunque ellos creyeran que hacían el bien.

Pero voy a ir a un ejemplo más cotidiano expuesto magistralmente William K. Clifford en La ética de la fe. Un libro, por cierto, de 1874, y que ya daba a entender que la fe irracional es inmoral y que nuestra obligación es someterla a continuas críticas y análisis en vez de respetarla y tolerarla sin más.

Un armador se disponía a echar a la mar un barco de emigrantes. Sabía que el barco era viejo y que no había sido construído con gran esmero; que había visto muchos mares y climas y se había sometido a menudo a reparaciones. Se había planteado dudas sobre si estaba en condiciones de navegar. Esas dudas lo reconcomían y le hacían sentirse infeliz, pensaba que quizá sería mejor revisarlo y repararlo, aunque le supusiera un gran gasto. Sin embargo, antes de que zarpara el barco consiguió superar esas reflexiones melancólicas. Se dijo a sí mismo que el barco había soportado tantos viajes y resistido tantas tormentas que era ocioso suponer que no volvería a salvo a casa también después de este viaje. Pondría su confianza en la Providencia, que difícilmente podría ignorar la protección de todas esas familias infelices que abandonaban su patria para buscar tiempos mejores en otra parte. Alejaría de su mente toda sospecha poco generosa sobre la honestidad de los constructores y contratistas. De este modo adquirió una convicción sincera y reconfortante de que su nave era totalmente segura y estaba en condiciones de navegar: deseos de éxito para los exiliados en su nuevo hogar en el extranjero, y recibió el dinero del seguro cuando la nave se hundió en medio del océano y no se supo nada más . ¿Qué poddemos decir de él? Desde luego, que era verdaderamente culpable de la muerte de esos hombres. Se admite que creía sinceramente en la solidez de ese barco; pero la sinceridad de su convicción de ningún modo puede ayudarle, porque no tenía derecho a creer con una prueba como la que tenía delante. No había adquirido su fe honestamente en investigación paciente, sino sofocando sus dudas…

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s2t2 -El virus de la fe - El Espejismo de dios

SON 5 VIDEOS


Primer documental de la serie de dos documentales El Virus de la Fe de Richard Dawkins.

Richard Dawkins es inteligente, sagaz y sus ideas son punzantes. En estos cinco videos, con subtítulos en español, él muestra lo peligroso que es el pensamiento extremista religioso.

Entrevistando a personas que se muestran tranquilas, tolerantes y sensatas, pero de acciones polémicas, radicales y muy ridículas para la lógica. Videos para hacer pensar y actuar.

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Clinton Richard Dawkins (conocido como Richard Dawkins; nacido el 26 de marzo de 1941) es un etólogo británico, teórico evolutivo y escritor de divulgación científica que ocupa la cátedra Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia en la Universidad de Oxford.

Nació en Nairobi (Kenia, en 1941 de padres británicos. Su familia volvió a Inglaterra en 1949. Fue educado en Oxford y realizó su doctorado bajo la tutela del Premio Nobel Nikolaas Tinbergen. Desde 1967 hasta 1969 fue profesor adjunto en la Universidad de California, Berkeley.

Dawkins ganó fama con su libro El gen egoísta, publicado en 1976, que popularizó la visión de la evolución enfocada desde los genes, e introdujo los términos meme y memética. En 1982 hizo una contribución original a la ciencia de la evolución con la teoría presentada en su libro El fenotipo extendido, que afirma que los efectos fenotípicos no están limitados al cuerpo de un organismo, sino que pueden extenderse más allá en el ambiente, incluyendo los cuerpos de otros organismos. Desde entonces ha escrito varios libros muy populares sobre la evolución, y ha aparecido en varios programas de la televisión británica sobre biología evolutiva, creacionismo y religión.

Dawkins se declara ateo, humanista y escéptico. Es miembro del movimiento bright y como comentarista de ciencia, religión y política está entre los intelectuales públicos más conocidos del mundo en lengua inglesa. En referencia al epíteto de “bulldog de Darwin” que se le daba a Thomas Huxley, la defensa apasionada de Dawkins de la evolución le ha ganado el apelativo de “rottweiler de Darwin”.

Idioma: Inglés

Subtítulos: Castellano

Duración: 47 mínutos aprox.


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Empirismo


Empirismo

Artículo bueno

David Hume es considerado el más importante empirista y personaje de la Ilustraciónescocesa. Se presenta su estatua en Edimburgo,Escocia.
Empirismo proviene del término griego empinar (textualmente, experiencia), la translación latina esexperientia, de la que se deriva la palabra experiencia. También se deriva del termino griego y romano de empírico, refiriéndose a médicos que consiguen sus habilidades de la experiencia práctica, oponiéndose a la instrucción en la teoría.1
En filosofía , el empirismo es una teoría del conocimiento, la cual enfatiza el papel de la experiencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas. Con empirismo señalamos la importancia del conocimiento que se basa en la experiencia para validarse como tal, que significa que la experiencia es la base de todos los conocimientos. Parte del mundo sensible para formar los conceptos: lo que uno ha experimentado, lo ha experimentado (Whitehead).
En la filosofía de la ciencia, el empirismo es una teoría del conocimiento, que enfatiza los aspectos del conocimiento científico que están cercanamente relacionados con la experiencia, o en el caso científico mediante la experimentación. Es requerimiento fundamental del método científico, que todas las hipótesis yteorías deben ser pre-probadas o probadas mediante la observación del mundo natural, restándole importancia al raciocinio a priori, la intuición o la revelación.

Contenido

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Uso filosófico [editar]


John Locke, fundador del Empirismo Inglés.
El término "empirismo" fue originalmente usado para referirse a antiguos practicantes de la medicina griega como Peter Kings, Ivan Van-Johnson, Miguel Andre etc. quienes rechazaron la adherencia a las doctrinas de ese entonces; por el contrario prefiriendo la observación de fenómenos percibidos por la experiencia.1 Ladoctrina del empirismo fue por primera vez explícitamente formulada por John Locke en el Siglo XVII. Locke argumentó que el cerebro de un bebé recién nacido es como una tabula rasa (Locke usa la expresión "white paper", "papel en blanco"), en el cual las experiencias dejan marcas. El empirismo niega rotundamente que los humanos tengan ideas innatas o que cual cosa sea entendible sin tener que hacer alusión a laexperiencia.
El empirismo no sostiene que nosotros tenemos un conocimiento empírico automático. Por el contrario, según el punto de vista empírico, para que cualquier conocimiento sea deducido, tiene que obtenerse de un sentido basado en la experiencia.2
El empirismo filosófico ha contrastado con la escuela filosófica conocida como racionalismo, que opina que el conocimiento se obtiene mediante la razón, independientemente de los sentidos o la experiencia. De todos modos, actualmente esta diferencia de opiniones es tomada como una exageración de los temas filosóficos envueltos en la controversia; puesto que los máximosracionalistas (DescartesSpinoza y Leibniz) fueron partidarios del método científico empírico de su época. Al igual que Locke, que alegó que ciertos conocimientos (el conocimiento de la existencia de Dios) puede ser hallados mediante la intuición y el razonamiento.
Entre algunos de los más influyentes filósofos que estuvieron asociados con el empirismo se citan: AristótelesTomás de AquinoFrancis BaconThomas HobbesJohn LockeGeorge BerkeleyDavid Hume y John Stuart Mill.

Historia [editar]

La filosofía empirista clásica evoluciona a lo largo de los siglos XVII y XVIII, naciendo y desarrollándose especialmente en las Islas Británicas. Propugna que el origen del conocimiento es la experiencia y que la mente es como un papel en blanco (Locke),3 sin ideas innatas, esto implica la negación de las ideas del racionalismo, y que el conocimiento humano no es ilimitado; la experiencia y percepción es su límite; la consecuencia filosófica de esta afirmación lleva a la negación de la metafísica (conocimiento de realidades metaempíricascomo Dios o el alma). Todo conocimiento es el conocimiento de las ideas y no de las cosas; pensar se reduce a relacionar ideas entre sí, y éstas surgen a partir de las impresiones de los sentidos, por lo tanto una idea será válida sólo cuando reproduzca fielmente una impresión. Por ejemplo: la idea de un centauro es la unión de la imagen de un hombre con un caballo, pero, ya que no reproduce fielmente ninguna de las impresiones, es inválida.
El más importante y radical empirista fue Hume (1711-1776). Él sostenía un empirismo moderado, no extremo como el de Pirrón, ya que para la vida diaria es necesario creer en la verdad de ciertas afirmaciones y además la suspensión de todo juicio nos llevaría a la inacción, a la dominación, y eso no era a lo que aspiraba Hume, él quería despertar una actitud crítica, opuesta al fanatismo. Otros importantes autores del empirismo clásico fueron John Locke (1632-1704) y George Berkeley (1685-1753).

Aristóteles proclamó la importancia de la inducción basada en la experiencia.
Antiguas formas de empirismo incluyen las labores epistemológicas de Buda,4 AristótelesAlhazen,5Avicena,6 Averroes,7 Tomás de Aquino8 y Roger Bacon,9 además de otros menos conocidos.
Los primeros empiristas en la Filosofía Occidental eran probablemente los sofistas (X Siglo a.C.), quienes negaron las especulaciones racionalistas sobre el mundo natural común a sus predecesores, en favor de enfocarse "en tan relativas entidades como el hombre y la sociedad".10 11 Los sofistas invocaron argumentossemánticos, que eran vistos de buena manera por los filósofos de ese tiempo, para socavar en la reclamación de la razón pura.

Epicuro de Samos (siglo IV a. C.) fue el filósofo griego fundador delEpicureísmo.
Cerca de un siglo después, actuando contra los profundos racionalistas y los especulativos de Platón (427-347 a.c.), Aristóteles (384-322 a. C.) en sus años posteriores colocó un enorme énfasis en lo que es recibido por los sentidos, denominado conocimiento a posteriori (el saber obtenido mediante la experiencia).12 Aristóteles aplicó el término filosofía natural a la labor de hacer sentido de la Naturaleza, usando lo que más adelante se llamaría razonamiento inductivo, para mediante la observación repetida de acontecimientos u objetos de la misma índole se establezca una conclusión para los objetos o acontecimientos de dicha naturaleza. Esta teoría era la oposición al Mundo de las ideas de Platón, que dependía de suposiciones a priori.
En sus periodos medianos y tardíos, Aristóteles se volvío insatisfecho con el punto de vista de Platón y creó una expectación estrictamente creciente para más confirmaciones empíricas explícitas de todas lashipótesisAristóteles también declaró el núcleo empírico consignado en que el conocimiento humano de larealidad está basado en la experiencia sensorial.13
Una generación después de Aristóteles, los estoicos y los epicúreos formularon explicaciones empíricas más explícitas de la formación de ideas y conceptos. Los estoicos, anticiparon a Locke por 2000 años, afirmaron que la mente humana es una "hoja en blanco" o "tabula rasa" que se va llenando de ideas mediante la percepción de los sentidos (aunque actualmente se le dan los créditos a Locke por este concepto). Sin embargo, ellos mantuvieron que habían ciertas nociones generales, que están presentes en la mente de todas las personas (conocimiento a priori). Los epicúreos mantuvieron un punto de vista más fuerte hacia el conocimiento a posteriori. Para ellos los conceptos mentales son copias de experiencias sensoriales o imágenes de la memoria, y las sensaciones son evidencias buenas e invariables de sus causas. Ellos trataron de explicar cómo los objetos producen impresiones sensoriales.14 Las ideas de los estoicos y los epicúreos fueron tomadas por los escépticos, en particular Sexto Empírico, el primer escéptico moderado.
Cerca de los escolásticos intermedios, Tomás de Aquino tomó de Aristóteles el famoso axioma peripatético: "Nada está en el intelecto si no estuvo primero en los sentidos".15 Aquino también aseveró que la existencia de Dios podía ser afirmada mediante la razón natural.16Aquino utilizó una variación en la noción aristotélica de "intelecto activo", que el interpretó como la habilidad de convertir significados universales de datos empíricos (datos obtenidos mediante los sentidos) en ideas abstractas.17

Empirismo británico [editar]


John Locke (1632-1704) el más influente empirista inglés.
Conceptos pasados de la existencia de "ideas innatas" eran el tema de debate entre los racionalistascontinentales y los empiristas británicos desde el siglo XVII hasta el final del siglo XVIII. John LockeGeorge Berkeley y David Hume eran los máximos exponentes del empirismo.

George Berkeley obispo irlandés (1685-1753) ideó una concepción empírica mediante la percepción.
Respondiendo al racionalismo continental, defendido por René Descartes,John Locke (1632-1704) escribió a finales del siglo XVII Ensayo sobre el entendimiento humano (1689), en este propuso una nueva y muy influyente vista, en la cual alegaba que el único conocimiento que los humanos pueden poseer es el conocimiento a posteriori (el conocimiento basado en la experiencia). Locke es famoso por su proposición de que la mente humana es una Tabula rasa u hoja en blanco, en la cual se escriben las experiencias derivadas de impresiones sensoriales a medida que la vida de una persona prosigue. Hay dos fuentes de nuestras ideas: sensación (provenientes de los sentidos) y reflexión (provenientes de las operaciones mentales: pensamientos, memorias...), en ambas se hace una distinción entre ideas complejas y simples. Las ideas simples son creadas de un modo pasivo en la mente, luego de obtenerlas mediante la sensación. Por el contrario, las ideas complejas se crean después de la combinación, comparación o abstracción de las ideas simples. Por ejemplo: la idea de un cuernoal igual que la de un caballo son ambas ideas simples, pero al juntarse para representar a un unicornio se convierten en una idea compleja.18 De acuerdo con Locke, nuestro conocimiento de las cosas es una percepción de ideas, que están en acuerdo o desacuerdo con cada otra, que es lo contrario al principio de certeza de Descartes.
Una generación después, el obispo irlandés George Berkeley (1685-1753) determinó que el punto de vista de Locke abrió inmediatamente una puerta para el eventual ateísmo. Mediante sus teorías ideó una extraña forma de empirismo, en el cual los objetos existen si son percibidos "Esse est percipi" (Ser es ser percibido). Berkeley aseguró que un objeto siempre es percibido, porque si un humano no lo percibe, Dios sería la entidad encargada de percibirlo; debido a estas afirmaciones Locke negó que las ideas de Berkeley fueran empíricas sino idealistas.19 Para Berkeley Dios percibe los objetos cuando los humanos no están cerca para hacerlo. La ideología de Berkeley se llamaría luego idealismo subjetivo (la corriente filosófica que mantiene que la percepción es la fuente de la existencia.20 21

David Hume (1711-1776) creo un empirismo con un punto de vista másescéptico.
El filósofo escocés David Hume (1711-1776) añadió al empirismo un punto de vista en extremo escéptico, que trajo para contrarrestar los muchos artículos de DescartesLocke y Berkeley, argumentando que el principio fundamental de la filosofía se estaba desviando. Hume dividió el conocimiento humano en dos categorías: en la relación de ideas y en la relación de hechos ("que el cuadrado de la hipotenusa es igual a dos triángulos" es un ejemplo de " relación de ideas") y ("que el Sol salga por el Este" es un ejemplo de "relación de hechos"). Hume también trató de establecer de qué objetos se puede encargar y de cuales no, nuestro entendimiento. Hume pensaba que todas las ideas de las personas son derivadas de "impresiones". Para Hume, una "impresión" corresponde a lo que llamamos una sensación. El recordar o imaginar tales impresiones es el tener una idea. Por lo tanto las ideas son la legítima copia de las impresiones.22
Por vía de sus argumentos escépticos (los cuales se hicieron famoso por la tenacidad de su lógica) él mantuvo que todo conocimiento, aún las más básicas creencias del mundo natural, no pueden establecidas por la razón (principio del racionalismo, contraparte filosófica del empirismo).
En vez, él argumentó que nuestras creencias son un resultado de la acumulación de hábitos, mediante la experiencia sensorial. Además de muchos más argumentos, Hume también le dio un importante enfoque al debate del método científico, cuestionando el problema de la inducción (que trata del las consecuencias negativas de la utilización de la inducción en las verdades empíricas). Hume insistió que se requería razonamiento inductivo para lograr entender el razonamiento inductivo, por ende la justificación es una argumento redondo.22 La conclusión de Hume en cuanto al problema de la inducción, es que no hay certeza de que el futuro se asemeje al pasado. Hume propuso una simple instancia, en la que se supone que nosotros no podemos estar seguros mediante el razonamiento inductivo de que el sol continuará poniéndose en el Este, pero esperamos que lo haga porque lo ha hecho repetidas veces en el pasado (el razonamiento inductivo propone que mediante la observación repetida de un fenómeno o hecho se pueden sacar conclusiones generales).22
Hume concluyó en que las creencias en un mundo externo constatadas por el razonamiento inductivo no son racionalmente justificables. De acuerdo con Hume estas creencias pueden ser aceptadas, debido a que se basan en el instinto y la costumbre. El legado dejado por Hume se basa en la duda de sus argumentos escépticos sobre la legitimidad de los razonamientos inductivos, lo que conllevó a muchos de sus seguidores a dudar del razonamiento inductivo.

Fenomenología [editar]

Artículo principal: Fenomenología

John Stuart Mill propuso la fenomenología a mitad del siglo XIX.
La mayoría de los seguidores de Hume negaron la conclusión de Hume, que creía en un mundo externoracionalmente injustificable, alegando que los propios principios de Hume contenían explícitamente la justificación racional para tal creencia, que deja por fuera del tema al instinto humano, sus costumbres y hábitos.23 De acuerdo con una teoría empírica extrema conocida como Fenomenología, anticipada por los argumentos de David Hume y George Berkeley, la cual dicta que un objeto físico es una construcción fuera de nuestras experiencias.24 La fenomenología ha sido llamada "una filosofía descriptiva de la experiencia".Franz Brentano (1838-1917) ideó la psicología descriptiva y se considera el padre de la escuela fenomenológica. La fenomenología es la vista que determina que los objetos físicos (propiedades y eventos) son reducibles a objetos mentales (propiedades y eventos). En última instancia, sólo los objetos mentales (propiedades, eventos) existen, debido al cercanamente relacionado tema idealismo subjetivo. Por la manera fenoménica de pensar, el tener una experiencia visual de un objeto física real es el tener una experiencia que pertenece a un cierto grupo de experiencias no sensoriales, pero que al fin y al cabo son experiencias, fundamentales en la razón empírica. Este tipo de experiencias de experiencias posee una constancia y coherencia, que falta en las demás descripciones de este tipo de experiencias, en las que se retratan las alucinaciones, por ejemplo. De este modo John Stuart Mill propuso la fenomenología a la mitad del Siglo XIX, afirmado en "la posibilidad de la permanencia de la sensación".25
El empirismo de Mill asumió que el conocimiento no es adquirido por la experiencia directa sino que es una inferencia inductiva de la experiencia directa.26 Los problemas que otros filósofos tuvieron con la posición de Mill están relacionados con los siguientes temas: En primer lugar, las formulaciones de Mill tienen dificultades al describir lo que es una experiencia directa porque sólo diferencia entre sensaciones verdaderas y posibles.

Referencias [editar]

  1. ↑ a b Sini, Carlo. "Empirismo" en Enciclopedia Garzanti della Filosofía (ed.) Gianni Vattimo et al. 2004
  2.  Markie, P. (2004), "Rationalism vs. Empiricism" (Racionalismo vrs. Empirismo) en Edward D. Zalta (ed.), Stanford Encyclopedia of Philosophy,Eprint. (inglés).
  3.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.157.
  4.  David J. Kalupahana (Enero de 1969). "A Buddhist Tract on Empiricism" (Un camino budista en el Empirismo), Philosophy East and West 19 (1), p. 65-67.
  5.  Bernedette Muthien (2006). Ubuntu & Partnership. International Peace Research Association (Asociación Internacional para la búsqueda de la Paz) (inglés).
  6.  Bill Fisher y Jim Van Patten. A Quick Look at the Medieval View of Philosophy and Healthcare (Un pequeño vistazo al punto de vista medieval de la filosofía e higiene)University of Montana and University of Arkansas (Universidad de Montana y Arkansas).
  7.  Irving L. Horowitz (Noviembre de 1960). "Averroism and the Politics of Philosophy" (Averroismo y las políticas de la filosofía), The Journal of Politics22 (4), p. 698-727.
  8.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.101 "Tomó la tendencia empírica de Aquino"(...).
  9.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.101 "Bacon tomó la tendencia empírica de Aquino"(...).
  10.  Encyclopedia Britannica, "Empiricism"(Empirismo), vol. 4, p. 480.
  11.  Plato actually argued in Protagoras that the Sophists were quite un-empirical in their orientation, regarding them as preferring semantics and appearances over unbiased inquiry and substance in their arguments (Platón argumentó en Protágoras que los sofistas eran in-empiristas en su orientación, concluyendo en que ellos preferían semánticas y apariciones en vez de la formulación de preguntas y la sustentación de sus argumentos.
  12.  Macmillan Encyclopedia of Philosophy (1969), "Development of Aristotle's Thought" (Desarrollo del pensamiento aristotélico), vol. 1, p. 153ff.
  13.  Sorabji, R. (1972), Aristotle on Memory (Aristóteles en memoria).
  14.  Solomon, Robert C. and Higgins, Kathleen M. (1996). A Short History of Philosophy (La corta historia de la Filosofía), pg. 68-74.
  15.  Leftow, Brian (ed., 2006), Aquinas: Summa Theologiae(Aquino,Summa Theologiae), Questions on God (Preguntas a Dios), pp. vii et seq.
  16.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.96 "Tomás de Aquino".
  17.  Macmillan Encyclopedia of Philosophy (1969), "Thomas Aquinas", subsection on "Theory of Knowledge"("Tomás de Aquino" subsección en "Teoría del conocimiento"), vol. 8, pg. 106–107.
  18.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.158.
  19.  Osborne, Richard. Filosofía I para principiantes. Longseller Buenos Aires, Argentina 2005. ISBN 987-9065-30-1. pg.161. "George Berkeley:Esse est percipi"
  20.  Macmillan Encyclopedia of Philosophy (Enciclopedia Macmillan de filosofía) (1969), "George Berkeley", vol. 1, pg. 297.
  21.  Macmillan Encyclopedia of Philosophy (Enciclopedia Macmillan de filosofía) (1969), "Empiricism" (Empirismo), vol. 2, pg. 503.
  22. ↑ a b c Hume, D. "An Enquiry Concerning Human Understanding" (Una investigación concerniente al entendimiento humano), in Enquiries Concerning the Human Understanding and Concerning the Principles of Morals (en la investigación concernientes el entendimiento humano y los principios morales), 2nd edition, L.A. Selby-Bigge (ed.), Oxford University Press, Oxford, UK, 1902. (Orig. 1748).
  23.  Morick, H. (1980), Challenges to Empiricism (Desafios para el empirismo), Hackett Publishing, Indianapolis (IN), USA. (en inglés)
  24.  Marconi, D (2004), "Fenomenismo"', in Gianni Vattimo and Gaetano Chiurazzi (eds.), L'Enciclopedia Garzanti di Filosofía, 3rd edition, Garzanti, Milan, Italy.
  25.  Mill, J.S., "An Examination of Sir William Rowan Hamilton's Philosophy" (Una examinación de la filosofía de Sir William Rowan Hamilton), in A.J. Ayer and Ramond Winch (eds.), British Empirical Philosophers, Simon and Schuster, New York, NY, 1968.
  26.  Wilson, Fred (2005), "John Stuart Mill", in Edward N. Zalta (ed.), Stanford Encyclopedia of Philosophy.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

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