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NOTA DE VREDONDOF :

ESTE ARTICULO A MI ME PARECIO MUY INTERESANTE , PERO ME HA COSTADO MUCHO "LLEGAR A LOS CONCEPTOS" , NO SE SI POR QUE A MIS 63 AÑOS YA PATINA UN POCO MI CABEZA , O BIEN PORQUE EL AUTOR TIENE UN NIVEL ... O QUE ESCRIBE PARA UN NIVEL DE PERSONAS CON UN INTELECTO MUY ELEVADO.

En cualquier caso merece la pena leerlo (con MUCHA ATENCION para enterarse ....)
La conclusion que saque en la 3ª leida que le di , fue que se puede DECIR LO MISMO con el 10 de palabras y utilizando un "estilo mas pegado a la tierra".

LOS ESPAÑOLES NO SON IDEALISTAS. EN LA MEDIOCRIDAD SE ENCUENTRAN A GUSTO

El perfeccionamiento humano se efectúa con ritmo diverso en las sociedades y en los individuos. Los más poseen una experiencia sumisa al pasado: rutinas, prejuicios, domesticidades. Pocos elegidos varían, avanzando sobre el porvenir; al revés de Anteo, que tocando el suelo cobraba alientos nuevos, los toman clavando sus pupilas en las constelaciones lejanas y de apariencia inaccesible. Esos hombres, predispuestos a emanciparse de su rebaño, buscando alguna perfección más allá de lo actual, son los "idealistas". La unidad del género no depende del contenido intrínseco de sus ideales sino de su temperamento: se es idealista persiguiendo las quimeras más contradictorias, siempre que ellas impliquen un sincero afán de enaltecimiento. Cualquiera. Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinados contra los dogmáticos. Son alguien o algo contra los que no son nadie ni nada. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor. Sin ideales sería inconcebible el progreso. El culto del "hombre práctico", limitado a las contingencias del presente, importa un renunciar a toda imperfección. El hábito organiza la rutina y nada crea hacia el porvenir; sólo de los imaginativos espera la ciencia sus hipótesis, el arte su vuelo, la moral sus ejemplos, la historia sus páginas luminosas.
Son la parte viva y dinámica de la humanidad; los prácticos no han hecho más que aprovecharse de su esfuerzo, vegetando en la sombra. Todo porvenir ha sido una creación de los hombres capaces de presentirlo, concretándolo en infinita sucesión de ideales. Más ha hecho la imaginación construyendo sin tregua, que el cálculo destruyendo sin descanso. La excesiva prudencia de los mediocres ha paralizado siempre las iniciativas más fecundas. Y no quiere esto decir que la imaginación excluya la experiencia: ésta es útil, pero sin aquélla es estéril. Los idealistas aspiran a conjugar en su mente la inspiración y la sabiduría; por eso, con frecuencia, viven trabados por su espíritu crítico cuando los caldea una emoción lírica y ésta les nubla la vista cuando observan la realidad. Del equilibrio entre la inspiración y la sabiduría nace el genio. En las grandes horas de una raza o de un hombre, la inspiración es indispensable para crear; esa chispa se enciende en la imaginación y la experiencia la convierte en hoguera. Todo idealismo es, por eso, un afán de cultura intensa: cuenta entre sus enemigos más audaces a la ignorancia, madrastra de obstinadas rutinas.
La humanidad no llega hasta donde quieren los idealistas en cada perfección particular; pero siempre llega más allá de donde habría ido sin su esfuerzo. Un objetivo que huye ante ellos se convierte en estímulo para perseguir nuevas quimeras. Lo poco que pueden todos, depende de lo mucho que algunos anhelan. La humanidad no poseería sus bienes presentes si algunos idealistas no los hubieran conquistado viviendo con la obsesiva aspiración de otros mejores.
En la evolución humana, los ideales se mantienen en equilibrio inestable. Todo mejoramiento real es precedido por conatos y tanteos de pensadores audaces, puestos en tensión hacia él, rebeldes al pasado, aunque sin la intensidad necesaria para violentarlo; esa lucha es un reflujo perpetuo entre lo más concebido y lo menos realizado. Por eso los idealistas son forzosamente inquietos, como todo lo que vive, como la vida misma; contra la tendencia apacible de los rutinarios, cuya estabilidad parece inercia de muerte. Esa inquietud se exacerba en los grandes hombres, en los genios mismos si el medio es hostil a sus quimeras, como es frecuente sobre todo en España. No agita a los hombres sin ideales, informe argamasa de humanidad.
Toda juventud es inquieta. El impulso hacia lo mejor sólo puede esperarse de ella: jamás de los enmohecidos y de los seniles. Y sólo es juventud la sana e iluminada, la que mira al frente y no a la espalda; nunca los decrépitos de pocos años, prematuramente domesticados por las supersticiones del pasado: lo que en ellos parece primavera es tibieza otoñal, ilusión de aurora que es ya un apagamiento de crepúsculo.
Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso en los caracteres excelentes puede persistir sobre el apeñuscarse de los años. Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por algún ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere.
Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen. Resisten la tiranía del engranaje político nivelador, aborrecen toda coacción del sistema, sienten el peso de los honores con que se intenta domesticarlos y hacerlos cómplices de los intereses creados, dóciles maleables, solidarios, uniformes en la común mediocridad.
Las fuerzas conservadoras que componen el subsuelo social pretenden amalgamar a los individuos, decapitándolos; detestan las diferencias, aborrecen las excepciones, anatematizan al que se aparta en busca de su propia personalidad. El original, el imaginativo, el creador no teme sus odios: los desafía, aun sabiéndolos terribles porque son irresponsables y asesinos como ultima solución. Por eso todo idealista es una viviente afirmación del individualismo, aunque persiga una quimera social; puede vivir para los demás, nunca de los demás. Su independencia es una reacción hostil a todos los dogmáticos. Concibiéndose incesantemente perfectibles, los temperamentos idealistas quieren decir en todos los momentos de su vida, como Don Quijote: "yo sé quién soy". Viven animados de ese afán afirmativo. En sus ideales cifran su ventura suprema y su perpetua desdicha. En ellos caldean la pasión, que anima su fe; esta, al estrellarse contra la realidad social, puede parecer desprecio, aislamiento, misantropía: la clásica "torre de marfil" reprochada a cuantos se erizan al contacto de los obtusos. Diríase que de ellos dejó escrita una eterna imagen Teresa de Ávila: "Gusanos de seda somos, gusanillos que hilamos la seda de nuestras vidas y en el capullito de la seda nos encerramos para que el gusano muera y del capullo salga volando la mariposa". Todo idealismo es exagerado, necesita serlo. Y debe ser cálido su idioma, como si desbordara la personalidad sobre lo impersonal; el pensamiento sin calor es muerte, frío, carece de estilo, no tiene firma.
Jamás fueron tibios los genios y los héroes. Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio; como para dar una lección de dignidad hay que desgoznar algún servilismo. Todo ideal es, instintivamente, extremo; debe serlo a sabiendas, si es menester, pues pronto se rebaja al refractarse en la mediocridad de los más. Frente a los hipócritas que usurpan poderes civiles y mienten con viles objetivos, la exageración de los idealistas es, apenas, una verdad apasionada. La pasión es su atributo necesario, aun cuando parezca desviar de la verdad; lleva a la hipérbole, al error mismo; a la mentira nunca. Ningún ideal es falso para quien lo profesa: lo cree verdadero y coopera a su advenimiento, con fe, con desinterés. El sabio busca la Verdad por buscarla y goza arrancando a la naturaleza secretos para él inútiles o peligrosos. Y el artista busca también la suya, porque la Belleza es una verdad animada por la imaginación, más que por la experiencia. Y el moralista la persigue en el Bien, que es una recta lealtad de la conducta para consigo mismo y para con los demás. Tener un ideal es servir a su propia Verdad Siempre. Algunos ideales se revelan como pasión combativa y otros como pertinaz obsesión; de igual manera distínguense dos tipos de idealistas, según predomine en ellos el corazón o el cerebro. El idealismo sentimental es romántico: la imaginación no es inhibida por la crítica y los ideales viven de sentimiento. En el idealismo experimental los ritmos afectivos son encarrilados por la experiencia y la crítica coordina la imaginación: los ideales tórnanse reflexivos y serenos. Corresponde el uno a la juventud y el otro a la madurez. El primero es adolescente, crece, puja y lucha; el segundo es adulto, se fija, resiste, vence.
El idealista perfecto sería romántico a los veinte años y estoico a los cincuenta; es tan anormal el estoicismo en la juventud como el romanticismo en la edad madura. Lo que al principio enciende su pasión, debe cristalizarse después en suprema dignidad: ésa es la lógica de su temperamento. Sin embargo lo que si hay es mucha mediocridad. La mediocridad puede definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad. Ésta ofrece a todos un mismo fardo de rutinas, prejuicios y domesticidades; basta reunir cien hombres para que ellos coincidan en lo impersonal: "Juntad mil genios en un Concilio y tendréis el alma de un mediocre". Esas palabras denuncian lo que en cada hombre no pertenece a él mismo y que, al sumarse muchos, se revela por el bajo nivel de las opiniones colectivas.El régimén actual, la monarquía cainista, ha conseguido una vez más, a través de sus ladrones politicos, que los españoles sean mediocres y que todo destello de genialidad sea enterrado en el desprecio. El régimen es miedoso,cobarde y hurtador, teme por su continuidad, pues sabe que se ha llevado mucho y no ha ofrecido nada. Qué se puede esperar de un monarca que dice:"El recuerdo de Franco constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad ...". Seguid votando, idealistas.
J.I.
"El sentido común es la cosa mejor repartida del mundo
porque todo el mundo cree poseerlo en cantidad suficiente." René Descartes.

LIBERTAD

-La filosofia de la libertad esta basada en la propiedad de uno mismo, esta simple pero elegante y contundente animacion la explicara exactamente. Esta es una gran herramienta que cualquiera puede usar para educar niños y adultos acerca del derecho a la vida, libertad y la capacidad de crear - y nuestra responsabilidad para pensar, hablar y actuar. La version en DVD de este video puede ser descargada gratis en: www.philosophyofliberty.blogspot.com CRÉDITOS AUTOR: Ken Schoolland schoolak001@hawaii.rr.com PRODUCTOR: Kerry Pearson (aka Lux Lucre) MÚSICA: Music2Hues www.music2hues.com WEBSITE: www.jonathangullible.com AYUDA: The Jonathan Gullible fund www.isil.org/tools/jonathan-gullible.html COPYRIGHT: www.creativecommons.org/licenses/by-nd-nc/1.0/ *

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¿DE VERDAD SIRVEN LOS VALORES Y LA ÉTICA PARA ALGO?

"Quien es honesto y sigue las normas es porque es tonto"



Lucía pensó que podía ser de verdad útil. La gestión de su municipio era claramente mejorable, y ella creía tener la capacidad necesaria para ayudar en su mejora. Le atraía hacer política local, porque era un terreno en el que sus ideas podían tener una traslación real y temprana a la práctica. Cuando una de las formaciones mayoritarias de su localidad le ofreció concurrir en sus listas electorales, no tardó en dar el sí. Las ineficiencias que veía podrían corregirse si se ponía algo de sentido común y algo de profesionalidad en la gestión.
Cuando fue nombrada concejala, descubrió que la realidad era diferente. El partido tenía estrechas alianzas con un entorno empresarial ligado al ladrillo, y pretendía que ella siguiera apoyando con sus decisiones esas prácticas corruptas. Lucía se negó, lo que desencadenó el previsible acoso: recibió amenazas de muerte, entraron en su casa, le robaron los ordenadores. Acabó dimitiendo, y estuvo dos años "fuera de la circulación", aquejada de depresión lejos de su ciudad. Acaba de regresar, y ha sido muy bien acogida por unos vecinos que valoran su entereza a la hora de no ceder a las presiones de los mafiosos.
Es una pequeña recompensa, pero que, desde el punto de vista pragmático, no compensa los perjuicios personales y materiales que su resistencia le causó. La satisfacción viene de otro sitio, del sentido de coherencia consigo misma, de haberse comportado conforme a lo que le dictaba su conciencia, aun cuando eso le resultase del todo perjudicial.
Pero esa no es la actitud que con más frecuencia observamos en nuestra sociedad. La percepción que tenemos de la vida en común es que cada cual va a lo suyo, y que gana el que más listo es: ya casi nadie puede creerse que otra persona se niegue a meterse un sobre en el bolsillo solamente por convicciones éticas. Cuando ese tipo de cosas acontecen, solemos pensar que hay algún poderoso interés oculto que le mueve a rechazar el dinero, o simplemente que estamos ante alguien en exceso iluso. En el mejor de los casos, desconfiamos de las buenas acciones; en el peor, pensamos que quien se comporta conforme a preceptos éticos es un punto idiota.
Como asegura Manuel Nevado, psicólogo de la Fundacion Maria Wolff, hemos acabado por pensar que "quien cumple las normas es tonto. Hemos empezado a pensar que aquí todo el mundo se lleva dinero y que quien no lo hace es porque es un imbécil.Esa mentalidad, además, justifica el delito menor (si ese se ha llevado ocho millones, por qué no me voy a llevar yo doscientos euros), lo que nos conduce a un clima social muy enrarecido".  
En gran medida, porque los lugares de mayor visibilidad social, aquellos de los que emanan los modelos a imitar, son en los que menos se aprecian hoy las conductas ejemplares. Dirigentes políticos, económicos y sociales son percibidos desde la pura desconfianza: tenemos demasiados casos de corrupción y de ambición desaforada entre quienes llevan las riendas de nuestra sociedad como para creer en ellos. Quienes mandan hacen lo que no deben, y demasiado a menudo llegan a lo más alto precisamente por eso.

"Quien es honesto y sigue las normas es porque es tonto"


Sociedad podrida
"Una de las principales labores de los dirigentes de todas las épocas, asegura Enrique García Huete, psicólogo social, ha sido crear modelos de valores éticos y de funcionamiento en sociedad. Y lo están haciendo, pero en sentido contrario del que deberían y está claro que está influyendo en la sociedad".
El problema de fondo es precisamente ese, que son las bases de nuestra sociedad las que están transformándose por completo. Si los valores no funcionan, y no tejen las bases desde las que se estructura nuestra vida cotidiana, nos encontraremos con un contexto en el que quienes hacen lo que deben, siempre saldrán perdiendo.
Un operario retira la placa de la rambla de Valencia, que deja de referirse a los duques. (Efe)

Así lo cree Agustín, quien ha sufrido una situación de ese tipo recientemente. El director de su empresa contrató a un amigo suyo al que puso al frente del departamento en el que trabaja Agustín. Se trataba de un profesional con buen currículo pero sin experiencia en ese sector, cuya primera decisión fue traerse consigo a varias personas de su antiguo equipo. "Me dijeron que por supuesto iban a contar conmigo, pero en realidad lo que querían es que les formase. Teníamos éxito en lo que hacíamos, pero eso se debía a mis conocimientos, mi jefe no tenía ni idea y todo lo que se iba consiguiendo era gracias a mis conocimientos. Él era una comparsa".
A pesar de esta situación, de la que era muy consciente, no se resistió a lo que le pedían porque se sentía incapaz de dejar de compartir sus conocimientos: "Otros dirían que me faltaron fuerzas, pero me parecería muy mezquino. Los valores por los que me regí fueron los del buen profesional, que es el que en cada momento aborda cada asunto dando todo lo que sabe, por su experiencia y por sus conocimientos".
El final del proceso fue el previsible. Cuando Agustín les contó todo lo que tenían que saber, le despidieron. "Dijeron que fue por un ajuste de plantilla, pero luego han contratado a más amigos suyos". Agustín tiene ahora con un empleo, si bien fuera del sector en el que trabajaba y que mejor conoce. Aun así, "si volviera a encontrarme en una situación igual creo que volvería a hacer lo mismo. No sería capaz de guardarme para mí la solución a un problema que se plantea en el día a día de una empresa. Pero también te digo cada vez que escucho que siguen haciendo las cosas como yo les enseñé me revuelve las tripas".
La ética de Agustín, que parte de esa idea tan propia de los viejos artesanos, según la cual lo esencial es que tu trabajo salga lo mejor posible, no le ha resultado rentable. Más al contrario, ha sido la base en la que se apoyaron sus jefes para aprovecharse de él. Si los viejos timadores tenían éxito porque se aprovechaban de la deshonestidad ajena, los actuales logran su propósito porque se aprovechan de los valores de los demás.
Algo que se agrava en el caso de nuestro país. Como asegura el sociólogo y profesor del CEU Juan Carlos Jiménez, "la sociedad española es muy pícara. Si vas a comprar a la carnicería y ven que te pueden vender la parte mala de la pieza, lo hacen. En realidad, nuestros políticos no hacen más que reproducir lo que hay en la sociedad".
Javier trabaja en una empresa de ingeniería en la que ha ocupado varios cargos directivos. Varios de sus compañeros, responsables de la fábrica, montaron una especie de ETT para contratar a los trabajadores de la planta, un método que era utilizado para abaratar costes y mejorar la cuenta de resultados de la empresa, pero también para meterse en el bolsillo comisiones por la contratación de cada empleado. Javier nunca quiso formar parte de ese chanchullo, lo que le generó algunos problemas, ya que los corruptos tendían a observarle con mucha desconfianza: querían que todo el mundo hiciera lo mismo que ellos.
En las oficinas, donde se diseñaban los planos, el gerente, que había visto lo bien que les iba a los directivos de la fábrica, propuso organizar algo similar para contratar a los delineantes, lo que Javier también rechazó. Una actitud que acabó por crearle complicaciones, entre ellas, la falta de promoción profesional. A pesar de que nunca tendrá puestos de verdadera responsabilidad en la compañía, el gerente le dijo que no le echaría nunca. Preguntado si esto es porque le respeta por el hecho de tener el valor de llevarle la contraria cuando así lo considera, como hay muchos casos, dice que no. A él sencillamente le necesitan como profesional que siempre cumple, que no es tan fácil de encontrar a partir de cierto nivel técnico.Los corruptos desconfiaban de él porque no quería cobrar comisionesJavier no es sindicalista, su forma de actuar nada tiene que ver con la militancia. De hecho, tuvo problemas con una de las formaciones mayoritarias a raíz de la celebración no conforme a ley de unas elecciones sindicales en las que él fue presidente de mesa, y donde votaron los temporales sin tener derecho a ello. El sindicato le pidió que modificase el acta, a lo que él se negó, alegando que si se habían dado ilegalidades habría que repetirlas, Al final, sospecha que el sindicato falsificó el acta por su cuenta, ya que los resultados no se modificaron.
Para no enfrentarse continuamente a quienes actúan de forma incorrecta, Javier dice "estar templando gaitas a menudo", "gastando saliva y tragando quina", para no tener la sensación de que es un problema para los demás. A pesar de su molesta honradez, cuenta con el respeto y consideración de los trabajadores del taller,porque cuando algo no sale, está con ellos hasta el final, y trabaja las horas necesarias. Sin cobrarlas, eso sí: "Si yo cobrase mis horas extras tendría una cuenta en Suiza mejor que la de Bárcenas".
No, no cobra las horas extras, ni tampoco obtiene ninguna otra recompensa. Más bien lo que consigue son miradas torcidas de gente que piensa que es demasiado escrupuloso. Quiere actuar conforme a sus valores y a los principios de su oficio, lo que supone un fastidio para muchas personas a su alrededor, que le ven como alguien, más que problemático, latoso. Los que no hacen eso, suben mucho más rápido, cree Javier, porque dicen que sí a todo y terminan metiendo la mano sin ningún miramiento. Como sentencia el sociólogo Juan Carlos Jiménez, profesor en el CEU, "no hay más que mirar a quién se está promocionando en las empresas para darnos cuenta de que hemos pervertido los incentivos sociales. Incentivamos las malas prácticas".

"¿Que tú no cogerías la pasta si pudieras? Venga ya..."



El padre de Alberto tenía un negocio de venta de faxes bastante próspero, hasta que varias grandes empresas japonesas pusieron en marcha un cártel para echarle del mercado. Como cuenta Alberto, "se trataba de algo ilegal, pero lograron sobornar a varios funcionarios. El paso siguiente fue hacerle una oferta por la empresa. Mi padre se negó a pactar. Decidió defenderse y con la ayuda de un funcionario amigo suyo fue a por ellos y presentó una denuncia en Competencia de la Unión Europea. Su amigo le dijo justo el día antes que le apoyaba a muerte, pero se vendió en el último momento. Iba a ser su testigo en la denuncia. Le hundió que le dejase tirado. Le arruinaron. Le jodieron la vida y la salud. Le jodieron todo. Perdió a su mujer, lo único que no pudieron quitarle fue a sus hijos".
La política local, empujada por el ladrillo, ha sido el escenario perfecto de las tramas corruptas

El doble rasero de la justicia
La indefensión en la que vive la gente común es muy llamativa, asegura el psicólogo social Enrique García Huete, porque tenemos la sensación de que da igual lo que se haga "porque hay un grupo de gente que siempre tendrá patente de corso. La justicia no funciona con ellos. Sin embargo, si eres alguien sin poder, el peso de la ley va a caer sobre ti seguro. Un doble rasero que perturba especialmente porque transmite una idea de la sociedad muy perversa: si estás arriba y bien arropado, puedes hacer lo que quieras".Tenemos la sensación de que da igual lo que se haga porque hay un grupo de gente que siempre tendrá patente de corso
Curiosamente, más que rechazo, "esa situación termina por generar empatía, ya que, al fin y al cabo todos haríamos lo mismo. La gente comienza a creer que ellos también colocarían a sus familiares si pudieran y se llevarían el dinero que les dieran. Y no creen a quien les dice que no actuaría así. Suelen contestarle con un "¿Qué pasa, que tú no te lo llevarías calentito? Venga ya…eso lo dices ahora. Si tuvieras poder, ya me dirías otra cosa".
Por suerte, las cosas no son tan diáfanas, y no siempre quienes actúan de modo poco ético salen ganando. Ese fue el único consuelo del padre de Alberto, quien llegó a ver cómo "la Comisión Europea metió una multa alucinante a los del cártel. Después de los años malos que pasó cuando se enfrentó al cártel, ahora ya le da igual todo. No es rico, pero ha visto caer a los que le jodieron y al menos está tranquilo".
Los valores también se construyen con sanciones
Su consuelo no parece en exceso reconfortante, pero sí ofrece la clave esencial para combatir este clima corrupto. Como asegura Juan Carlos Jiménez, aprender a comportarnos con honradez y responsabilidad es esencial, pero para ello hemos de incentivar los comportamientos adecuados. Y eso incluye la sanción a las conductas deshonestas. "Hasta ahora, vemos al típico tío que viene con su Mercedes o su Porsche, del que se sabe que ha salido de un sitio raro, y sin embargo la gente lo admira. Eso tiene que cambiar, pero no lo hará mientras no existan los incentivos adecuados. Si vas diciendo que la gente tiene que comportarse en su profesión de un modo ético, y luego le enchufas 60.000 euros por contar en la tele que se ha acostado con este y con el otro… Podrás hablar de principios éticos y de lo que quieras, pero los estarás construyendo sobre una base social que has ayudado a pudrir".
Si los corruptos, los deshonestos o las personas sin principios no reciben la sanción adecuada, sino que además se les premia, como está ocurriendo ahora, no hay posibilidad de cambio. Por eso, señala Jiménez, tendríamos que dejar de pensar el problema de la corrupción como el resultado de los privilegios de la casta política, para empezar a abordarlo en términos mucho más amplios. "Hay que transformar la sociedad para que refuerce los valores".




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Autor del articulo -

¿DE VERDAD SIRVEN LOS VALORES Y LA ÉTICA PARA ALGO?

"Quien es honesto y sigue las normas es porque es tonto"


La corrupción ha llegado a todos los niveles. (Corbis)
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Wikipedia -
  1. Valor (axiología) - Wikipedia, la enciclopedia libre  

    es.wikipedia.org/wiki/Valor_(axiología)Compartir
    Un valor es una cualidad de un sujeto u objeto. Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto ...
  2. Axiología - Wikipedia, la enciclopedia libre  

    es.wikipedia.org/wiki/Axiología
    La axiología (del griego άξιος 'valioso' y λόγος 'tratado'), o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios ...


    Ética - Wikipedia, la enciclopedia libre  

    es.wikipedia.org/wiki/ÉticaCompartir
    La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. La palabra ética proviene del ...

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Si te ha gustado lo mejor que debes hacer es ir a su blog/pagina.*****En mi blog no puedes dejar comentarios , pero si en el del autor. ********HA ENTRADO EN el BLOG/ARCHIVO de VRedondoF. Soy un EMPRESARIO JUBILADO que me limito al ARCHIVO de lo que me voy encontrando "EN LA NUBE" y me parece interesante. Lo intento hacer de una forma ordenada/organizada mediante los blogs gratuitos de Blogger. Utilizo el sistema COPIAR/PEGAR, luego lo archivo. ( Solo lo  INTERESANTE según mi criterio). Tengo una serie de familiares/ amigos/ conocidos (yo le llamo "LA PEÑA") que me animan a que se los archive para leerlo ellos después. Los artículos que COPIO Y PEGO EN MI ARCHIVO o RECOPILACIÓN (cada uno que le llame como quiera) , contienen opiniones con las que yo puedo o no, estar de acuerdo. ******** Cuando incorporo MI OPINIÓN, la identifico CLARAMENTE,  con la única pretensión de DIFERENCIARLA del articulo original. ***** Mi correo electrónico es vredondof (arroba) gmail.com por si quieres que publique algo o hacer algún comentario.***** Por favor!  Si  te ha molestado el que yo haya publicado algún artículo o fotografía tuya,  ponte en contacto  conmigo (vredondof - arroba - gmail.com ) para solucionarlo o retirarlo 


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Publicado por Blogger para RFP el 5/23/2013 05:30:00 a.m.